Hoy en día, tras más de 10 años desde su nacimiento, prácticamente cualquier persona ha oído hablar de Bitcoin y sabe aproximadamente de qué se trata. Sin embargo, lo que el público en general suele desconocer son las oportunidades de inversión que presenta el disruptivo universo de las criptodivisas.
Todo un nuevo entorno de inversión
El 3 de enero de 2009 arrancaba la pionera blockchain y Bitcoin iniciaba su andadura. Alrededor de él fueron emergiendo multitud de compañías y negocios dedicados a exprimir cada una de las aplicaciones y usos que se iban descubriendo: integración de pagos, minería y, sobre todo, casas de intercambio, más conocidas como exchanges.
Los exchanges son las plataformas online donde se compran y venden criptomonedas entre los diferentes usuarios, el equivalente a los tradicionales brókers bursátiles como Renta4, Etrade o Interactive Brokers.
Al comienzo de esta epopeya, prácticamente la totalidad del trading de desarrollaba en un único exchange: MtGox. Su caída en 2014 permitió que, por fortuna y para beneficio de todos, el mercado se fragmentara en múltiples exchanges más pequeños: los modernos Coinbase, Kraken, Binance…
En los inicios de este nuevo hábitat, la operativa se reducía a la compraventa de Bitcoins, pero con el surgimiento de toda una legión de nuevas criptomonedas que aspiraban a arrebatarle el trono al rey (Litecoin, Ethereum, XRP y así hasta más de 2000), el trading aumentó considerablemente y comenzó a alcanzar cotas de verdadera importancia en comparación con los mercados tradicionales.
Algunas de las claves del éxito de este mercado especulativo surgen de un caldo de cultivo perfecto que incluye:
- Rapidez, facilidad y gratuidad a la hora de abrir cuentas en los exchanges. Sin escollos legales y con verificaciones online ultra-rápidas
- Comisiones de trading altamente reducidas en comparación con los brokers bursátiles
- Ausencia de comisiones de apertura, cierre, mantenimiento o custodia de activos
- Level 2 (profundidad de mercado) gratuito, sin cuotas adicionales
- Multitud de opciones de depósito de fondos: tarjeta de crédito, transferencias, depósito de otras criptomonedas sin controles ni cuotas…
- Amplia oferta de exchanges entre los que elegir, con liquidez de sobra para el inversor medio (y actualmente para grandes inversores institucionales)
- Aparición de todo un ecosistema y comunidad alrededor de las criptomonedas, que atrae a nuevos inversores movidos por las potenciales ganancias que puede traer una tecnología aún en pañales, asemejando el momento actual con las oportunidades que se presentaron en los años 90 con las compañías de internet
Rentabilidades entregadas por Bitcoin en sus recientes ciclos alcistas
Cuando todo lo anterior se combina, los resultados que se obtienen son los siguientes:
Bitcoin ($BTC): diciembre 2012 a abril 2013
Mínimo: 13$
Máximo: 260$
Rentabilidad: +1.900%
Factor multiplicador: x20
Tiempo: 5 meses
Bitcoin ($BTC): abril 2013 a diciembre 2013
Mínimo: 50$
Máximo: 1.150$
Rentabilidad: +2.200%
Factor multiplicador: x23
Tiempo: 9 meses
Bitcoin ($BTC): agosto 2015 a diciembre 2017
Mínimo: 200$
Máximo: 20.000$
Rentabilidad: +9.900%
Factor multiplicador: x100
Tiempo: 30 meses
Bitcoin ($BTC): diciembre 2018 a junio 2019
Mínimo: 3.150$
Máximo: 13.800$
Rentabilidad: +338%
Factor multiplicador: x4,38
Tiempo: 7 meses
Y si creías que esto era sorprendente… llegan las altcoins
Las rentabilidades anteriores son, sin duda, increíbles. Superan con creces la media entregada en los diferentes mercados bursátiles. Se trata, básicamente, de un gran chicharro de volumen y volatilidad enormes.
No obstante, queda eclipsado por la rentabilidad que ofrecieron las altcoins, o monedas alternativas, comentadas al principio de este artículo. En 2017 se produjo una auténtica locura conocida como ICOmanía, que trataremos más a fondo en artículos sucesivos, pero para abrir boca podéis apreciar la colosal subida que tuvo una de ellas:
Ethereum ($ETH): agosto 2015 a diciembre 2017
Mínimo: 1$
Máximo: 1.400$
Rentabilidad: +139.900%
Factor multiplicador: x1.400
Tiempo: 30 meses
Estas rentabilidades tan extremas ya no son tan habituales, al menos en criptomonedas que presenten buenos volúmenes, pero las oportunidades siguen existiendo y aún pueden extraerse importantes plusvalías de estos activos.
Una simple inversión de 100€ en Ethereum ($ETH) se habría convertido en solo dos años y medio en unos monstruosos 140.000€
Eso sí, nunca hay que olvidar el caracter altamente especulativo que tiene este mercado, teniendo siempre claro que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras y que puede perderse la totalidad de la inversión. Por ello, nunca debe invertirse más de lo que se esté dispuesto a perder, por muy buenas expectativas que presente cualquiera de estos activos.
Como mucho recibirás uno o dos emails al mes, nada que llegue a molestarte :)
Increíbles rentabilidades no hay duda…